Una posible traducción de /diarrheic episode/: despeño diarreico

Cuando yo era joven muchos de los que me rodeaban consumían cocaína de forma esporádica: los fines de semana, casi todos. Ninguno era adicto ni tuvo ningún problema en dejar de consumirla cuando cambiaron de forma de vida, es decir, cuando se hicieron un poco adultos.

Lo que les ocurría prácticamente a todos (y que me lo contaban a mí en calidad de «amigo médico») era que la simple confirmación de la cita con el traficante («camello» o /dealer/) les provocaba lo que se conoce como «despeño diarreico», expresión que probablemente no precise explicación. Este signo aparece a menudo en la literatura médica en español sobre el aparato digestivo; no es exclusivo de los consumidores de cocaína (p. ej., http://www.igerontologico.com/salud/digestivo-salud/colon-irritable-6373.htm).

No se trata de una diarrea del día siguiente (también muy frecuente) ni de otros trastornos del aparato digestivo que también se atribuyen a la cocaína, sino de una necesidad imperiosa y muchas veces insuperable (a menudo el consumidor «se lo hace encima» o tiene algún escape desagradable) de defecar.

Con el tiempo, el estímulo que ocasionaba el despeño se iba desplazando a otras circunstancias relacionadas con la proximidad del consumo. Algunos contaban que bastaba con cruzarse por la calle con alguien de aspecto similar al traficante para presentar el mismo problema, o con otros estímulos a cuál más peregrino, lo que en ocasiones provocaba situaciones ciertamente incómodas.

Estos episodios tan poco deseables se suman a los demás efectos terribles de la cocaína. Seguro que ya sabes que quedan pocas dudas de que el aparato digestivo sea otro «sistema nervioso», además del central y el periférico.

https://mujeresconciencia.com/2018/01/07/la-increible-y-entranable-ciencia-de-tus-intestinos/?platform=hootsuite