Los foros muertos
Siempre recomiendo a mis alumnos que se apunten a foros de traductores, y que pregunten allí cuanto deseen y ayuden a los compañeros cuando puedan hacerlo.
Yo, por ejemplo, estoy apuntado a cinco foros de traductores por correo electrónico: dos en español, en los que nunca intervengo por las razones que indicaré más adelante (uno de traducción médica y otro de traducción general) y tres en inglés (uno de traducción médica, otro de traducción general y otro de traducción general del español al inglés. Intervengo muy ocasionalmente en el primero de ellos).
Solo en diciembre de 2015, hubo casi 300 intervenciones en el foro de traductores médicos en inglés (ITIMedNet), todas estrictamente profesionales y extremadamente útiles, a cargo de múltiples traductores médicos que estaban traduciendo y que pidieron ayuda a otros traductores médicos que también estaban trabajando. Como ya he dicho, hice alguna tímida colaboración cuando la consulta se refería a la comprensión de algún texto en español o en catalán, que alguien precisaba para traducirlo al inglés. Y aprendí muchísimo de las dificultades que encuentran quienes traducen textos médicos del español al inglés.
En el foro de traducción médica en español hubo menos de 100 intervenciones. Pero la cifra es engañosa: salvo muy honrosas excepciones, fueron las mismas personas (menos de 10) las que intervinieron muchas veces, las más para dar bienvenidas y despedidas, hacer elogios desmedidos de los raquíticos logros de quienes dirigen el cotarro, hacer comentarios pretendidamente graciosos, observaciones ocurrentes o presuntos alardes de erudición y dotes para la escritura. Y para pelearse entre ellos, el deporte nacional. Una pérdida de tiempo. Un foro muerto.
En el «Libro de las preguntas», obra póstuma de Neruda, el poeta se preguntaba:
«¿Hay algo más triste en el mundo que un tren inmóvil en la lluvia?»
Yo creo que no hay nada más triste para un traductor que un foro muerto. O agonizante. Mantengo mi suscripción porque, cuando menos te lo esperas, alguien que sabe lo que dice interviene sin otra intención que la de ayudar y me permite aprender algo, que es lo de que se trata.
Por alguna razón que se me escapa, entre los traductores españoles es mayoritario el rechazo de las redes sociales. Aunque esto es particularmente llamativo en los cincuentones, no es cuestión de edad: debe de tener apenas 30 años el presidente de una asociación de traductores médicos que hace algún tiempo tuiteó: «Los mejores traductores no tienen cuenta en Twitter». Luego borró el tuit, pero ya se sabe que estos errores se pagan (y que hay quien guarda capturas de tuits tan memorables como ese).
Las redes sociales, al menos las que yo conozco bien (Facebook y Twitter), son sin duda los foros del siglo XXI, con la enorme ventaja de que no obligan a debatir (pero tampoco lo excluyen) y carecen del principal problema de los foros, que es la imposibilidad de vetar a los pesados. Algunos traductores somos muy pesados y, aparentemente, disponemos de una cantidad de tiempo libre descomunal, que nos permite pasar el día ante la pantalla. «Pero este tío, ¿cuándo trabaja? Si está todo el día en Facebook…». Esto no es cierto, pero ya lo explicaré en otro lugar.
Así que, a foro muerto, red social puesta. Si quieres ver cómo funcionan ahora las herramientas que han sustituido a los vetustos foros por correo electrónico en español, te invito a que visites el nuestro en Facebook: «Traducción médica aplicada».
Ese tipo de problema también ocurre en otras combinaciones de idiomas. Yo participaba de un foro enorme de traductores de inglés y portugués en el cual profesionales de alta calidad colaboraban casi que a diario con gran desprendimiento para el placer de los menos experientes. Las peleas y los insultos que por allí rodaron fueron tales que los primeros no pudieron soportar tal ambiente y se marcharon.
También allí se notaba que no eran muchos los que intervenían más a menudo. Era obvio, pues si te asomabas era seguro que alguna pedrada vendría en tu dirección para nocarte.
Ese ambiente coíbe la intervención realmente interesada del que desea aprender con los demás y ayudar cuando ve que puede. Además, uno no puede olvidarse que todos tenemos un cierto temor de hacer el ridículo en público. Me acuerdo que en clases presenciales también se veía esa retracción. Hay mucha cosa por detrás de ese comportamiento.
No obstante, cuando las intervenciones son superficiales, egocéntricas o belicosas, pone de manifiesto una enfermedad dañina de la que prefiero mantenerme alejada.
Muchas gracias por tu comentario, Lilian.
Comparto totalmente cuanto dices. Ya veo que no soy el único con esta impresión. El caso es que el foro de ITI funciona como una seda, se ayudan muchísimo y, en el tiempo que llevo (más de 1 año), no ha habido ni un solo roce. Es más, en cierta ocasión hubo un asunto delicado (acusaban de malversación a los responsables) y se saldó sin una voz más alta que otra (creo que alguien se retiró, esto es todo).
Saludos cordiales.
Es verdad, a veces se ven cosas en los foros que quitan las ganas de intervenir.
Hace años, solía participar en los foros de Proz, sobre todo ayudando a resolver dudas. Una vez, uno de los participantes que más intervenía y que era "el que todo lo sabía", dijo directamente que mi respuesta era incorrecta y que él tenía razón. Vi que él era de otro país y pregunté amablemente si no sería por eso la diferencia de terminología. Insistió en que él tenía mucha experiencia y yo estaba equivocada (digamos que yo intentaba ser amable y él fue directo a por mí). Horas después, me envió un mensaje privado pidiéndome disculpas porque había comprobado que, en efecto, yo tenía razón. Nunca se disculpó en público. No volví a participar en aquellos foros y ahora lo hago con mucha cautela.
Un saludo
Muchas gracias por tu mensaje, Mercedes.
He vivido situaciones de esas. Te entiendo y no veo el remedio, ¡el foro debe morir, jajaja! Pero no entiendo por qué no pasa en el foro en inglés, como digo en el blog. ¿Diferencias culturales? Sería una pena. Saludos.
Quizá sí sean diferencias culturales. No sabría decirte, porque he visto gente que participa en varios foros y se comporta de diferente forma en unos o en otros. ¡Tema de estudio para psiquiatras, psicólogos y sociólogos! Saludos
Esto es algo que ya sucedía en mis años de estudiante, cuando todavía no teníamos redes sociales y los foros eran algo relativamente nuevo en España. Existía una Intranet donde los profesores nos animaban a compartir dudas sobre la asignatura o cualquier otro tipo de información (recursos, curiosidades) con nuestros compañeros… pero no escribía nadie excepto el profesor en cuestión y servidora. Lo que era peor es que los propios compañeros te señalaban y criticaban por los pasillos: «Mírala, la que escribe en el foro». Se toma o se tomaba cualquier intento de colaboración y de crear empatía con los compañeros como una forma de darse aires, algo presuntuoso e indeseable. Tenemos que aprender a «simbiotizarnos» mejor, y uso el palabro a propósito. Podemos ser de «especies» diferentes en lo personal y no obstante servirnos de forma productiva y cordial los unos a los otros en el plano laboral, e Internet es lo mejor que nos ha podido pasar para ello. Es una pena que lo desaprovechemos.